Innovación

27 mayo 2018 | 4008 1

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El Campus de Iberdrola en San Agustín del Guadalix (Madrid) abrió esta semana las puertas al futuro. Una visión general e innovadora de la energía y también del futuro en general, porque la energía lo cambia todo.

Innoday fue una ventana para ver cómo será el mundo el día de mañana a corto plazo.

Desde Innoday echamos un ojo al transporte del mañana: bicicletas eléctricas y coches eléctricos o híbridos que podremos cargar en el enchufe de casa y que no contaminan. Lo último en tecnología sobre drones para supervisar las líneas de electricidad y los parques eólicos, resolviendo averías y problemas en tiempo récord. Los avances en realidad virtual y aumentada para mejorar los procesos y, en definitiva, dar un mejor servicio a las personas.

Además de ver de primera mano cómo aplicar la utilización de drones a la revisión de sus molinos o comprobar in situ cómo funciona un coche eléctrico, los más de 600 asistentes a Innoday también se han transportado virtualmente al parque eólico marino Wikinger, en el mar Báltico alemán, o han conocido cómo es el interior de una central eléctrica.

Por si fuera poco, el blockchain y el big data están cambiando la manera en la que la luz llega a los hogares españoles. Nuevos métodos que afectarán a la medición y que ayudarán a los clientes a ser más eficientes y respetuosos con el planeta mientras ahorran.

Y no podemos hablar de Innoday sin hablar precisamente del origen de la energía. Los usuarios queremos saber de dónde viene la luz que enciende nuestras bombillas y que ésta sea limpia. Ahí Iberdrola tiene mucho que decir, ya que es líder mundial en eólica, una tecnología sostenible, respetuosa con el medioambiente e inagotable.

La revolución de la energía ya está aquí y se basa en la necesidad de escuchar a la sociedad. ¿Qué queremos para el futuro? Más renovables, mejores redes para llevar la luz a todos los rincones y una mejor atención al cliente. La energía es fundamental para luchar contra el cambio climático y tener un planeta más limpio. Nadie duda de que, en unos años, nuestros hijos no escucharán apenas la palabra diésel o la palabra carbón.

No se trata de un futuro lejano, la realidad es lo que vimos en Innoday: avances para captar la energía del viento, del sol y del agua y mucha movilidad eléctrica, con patinetes, drones y bicis que circulaban por el campus como si fuera una pequeña maqueta de la ciudad que nos espera.

La innovación como “germen del progreso social y económico”

“Me atrevería a decir que, en un futuro próximo, las grandes empresas serán innovadoras o no serán”. Son palabras textuales de Ignacio Galán, presidente de Iberdrola. “Pocos sectores reflejan mejor esta realidad que el eléctrico, inmerso de lleno en la llamada transición energética, que nos está permitiendo mejorar la seguridad de suministro, la sostenibilidad y la competitividad a un ritmo que nadie pudo prever”, ha explicado Galán.

La innovación al servicio de las nuevas tecnologías que facilitarán el día a día de las personas. Un futuro que está a la vuelta de la esquina y al que debemos poner desde ya nombre y apellidos. El futuro será verde o no será.