¿Cómo compraremos en un futuro cercano?

Sabemos que los hábitos de consumo cambian en función de la tecnología disponible. Si añadimos que la innovación en el terreno de la digitalización avanza a una velocidad imparable, ya podemos asegurar que la forma en la que compraremos durante los próximos años cambiará radicalmente. 

Desde hace tiempo, la omnicanalidad permite al usuario conseguir una experiencia unificada en un proceso a través de múltiples dispositivos sin “perder el hilo”. Podemos realizar una búsqueda de producto en la web, antes de salir del trabajo y, siguiendo el proceso de compra desde el móvil, mientras estamos en el transporte público. Podemos finalizar el pedido desde la tablet, una vez estamos en nuestro sofá, o pasar a recogerlo por el supermercado de al lado de casa.


En todo este proceso, el Big Data recopilará información que luego un motor de Inteligencia Artificial (IA) combinará con datos de miles de usuarios para formularnos las propuestas pertinentes. Hoy en día, esperamos personalización: las ofertas adecuadas en el momento oportuno.


Los modos de interacción se multiplican y los chatbots ganan terreno. En un futuro no muy lejano, no querremos navegar por una web, estar mirando la pantalla y desplazarnos por ella. La interacción será hablada. Las técnicas de NLP (Natural Language Processing) aplicadas a los chatbots permitirán nuevas formas de consumo digital. El Ecommerce que plantean Amazon Alexa y Google Now define este nuevo estándar.

¿Cómo será el mundo en un futuro no muy lejano?
Innoday fue una ventana para ver cómo será el mundo el día de mañana a corto plazo.
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Finalmente, la contextualización de las compras con realidad aumentada. Ya descubrimos con Pokémon Go su potencial. Ahora, navegadores GPS y tiendas de muebles o ropa también la usan. Podemos ver un objeto superpuesto digitalmente a nuestro entorno y evaluar en tiempo real su idoneidad. También veremos tiendas virtuales a pie de calle, usando tecnología de Interactive Smart Mirror combinada con Emotion Recognition.

Nos acercamos a un mundo en el que la experiencia de compra se volverá inmersiva y contextual, totalmente integrada en nuestro día a día.