6869
0
IoT, tu nevera tiene algo que decirte
Una casa con electrodomésticos inteligentes está llena de productos que conocen nuestras preferencias, anticipan necesidades y responden dinámicamente a nuestro comportamiento, por lo que nos permiten ahorrar tiempo en la microgestión de la casa y vivir más en ella. Encontrar nuestras llaves, abrir la puerta, encender y apagar luces: estos y otros hábitos se pueden automatizar con avances tecnológicos, que incluyen sensores, domótica y software inteligente. Hemos llegado a tal punto que la nevera casi puede hablarnos.
Esto es posible porque, con una frecuencia creciente, cada vez más aparatos están conectados a Internet y son capaces de funcionar nutriéndose de la información que se transmiten entre ellos. El Internet de las Cosas (IoT) está dando lugar a avances curiosos e innovadores, ya que los productos se adaptan sin problemas a los patrones de la vida cotidiana, al simplificar las tareas rutinarias.
Por ejemplo, los seguros de las puertas inteligentes ofrecen sofisticadas funciones de control de acceso para cualquier hogar o empresa. Los sensores de proximidad como Bluetooth y NFC pueden permitir el desbloqueo de una puerta cuando se acerca el teléfono inteligente de un usuario autorizado. Los usuarios también pueden bloquear y desbloquear de forma remota la puerta, o compartir el acceso con otras personas mediante el uso de aplicaciones móviles.
Los electrodomésticos inteligentes nos permiten ahorrar tiempo en la microgestión de la casa y vivir más en ella.
Además, ahora podemos encontrar fácilmente elementos extraviados, como llaves y controles remotos de televisión, con sensores de ubicación que se conectan a nuestras cosas. Estos dispositivos simples usan señales de corto alcance como Bluetooth para conectar digitalmente elementos a nuestro teléfono inteligente. Recibimos una alerta instantánea si comenzamos a dejar algo atrás y una aplicación móvil nos guía hacia el objeto perdido.
Muchos dispositivos pueden emitir pitidos o hacer ruido para revelar dónde están y algunos incluso cuentan con GPS y una conexión de datos independiente para informar sobre su ubicación desde cualquier lugar de la Tierra.
Por otro lado, el Internet of Things está poniendo a disposición de los ciclistas expertos en tecnología un nuevo tipo de equipo. Los dispositivos antirrobo rastrean la ubicación de una bicicleta y envían alertas si sale de un área designada, mientras que los candados inteligentes se pueden abrir sin una llave física y permiten que varios usuarios compartan el acceso a una sola bici. Muchos de estos dispositivos ofrecen funciones adicionales, como análisis de recorrido y alertas de choque.
Los termostatos inteligentes han sido otra de las grandes innovaciones que ha extendido el IoT, pero solo funcionan en hogares con control central de calefacción y refrigeración. Algunos equipos pueden controlar varias unidades en una habitación individual, mientras que otros tienen un sensor en cada unidad de aire acondicionado en el hogar y lo unen a un punto central. Los sistemas usan algoritmos predictivos, sensores de presencia, datos meteorológicos y otras fuentes para optimizar el clima interior y minimizar el consumo de energía.
Por su parte, la cocina también ha sido invadida por aparatos de Internet of Things. Esto está haciendo posible una nueva ola de artilugios inteligentes, desde sensores que saben cuándo nos hemos dejado los fogones encendidos hasta dispositivos que nos recuerdan que debemos reducir la velocidad comiendo y saborear cada bocado.
Opciones como la nevera inteligente se conectan a la red Wi-Fi de nuestro hogar y pueden enviar una serie de alertas al teléfono inteligente o tableta. Por ejemplo, mandan notificaciones si nos hemos dejado la puerta del frigorífico abierta o fotos de la comida (o la falta de ella) en el interior para que podemos desplazarnos al supermercado cuando sea necesario.
