La innovación se mueve al ritmo del viento

El primer proyecto de energía eólica marina desarrollado y ejecutado al 100% por una empresa española ya se ha hecho realidad. Se trata de Wikinger, un parque eólico construido por Iberdrola en el mar Báltico capaz de dar energía a 350.000 hogares y evitar la emisión de 600.000 toneladas de CO2 al año.

La inauguración se llevó a cabo a finales de octubre en Sassnitz (Alemania), donde se ha puesto de manifiesto que la tecnología sigue dando grandes pasos en materia energética. El parque eólico marino Wikinger, ya se ha convertido en una de las instalaciones renovables más emblemáticas de la compañía en el mundo. La tecnología eólica y la transición energética han encontrado un punto de apoyo para caminar juntas.

Ha sido el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, quien ha manifestado su orgullo por la puesta en marcha de esta iniciativa. “Seguiremos impulsando con fuerza la tecnología eólica offshore, que nos permite avanzar en la transición energética hacia una economía sostenible y baja en carbono”, ha declarado.

INVERTIR ES CRECER

El proyecto ha requerido una inversión de 1.400 millones de euros. Sin embargo, el apoyo económico no ha sido el único factor invertido en el desarrollo de la instalación eólica. Nada de esto hubiera sido posible sin el trabajo, la ilusión, el esfuerzo y, en definitiva, una dedicación que camina al compás de la innovación y el desarrollo.

Pese al importante avance que ha supuesto Wikinger en materia energética, existen otros ámbitos desde los que también favorece a la sociedad. Sirva de ejemplo el impulso de la generación de empleo, con más de 2.000 puestos de trabajo en toda Europa, y la actividad de empresas españolas proveedoras, como Navantia y Windar.

SU POTENCIA

Desde el punto de vista energético, Wikinger ya aporta energía renovable y de alta eficiencia a 350.000 hogares, unas cifras que han sido posibles gracias a los 350 megavatios (MW) de capacidad instalada. Son datos “equivalentes al 20% de la demanda energética del estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental”, tal y como indica Iberdrola.

Wikinger es la huella de un mundo innovador impulsado con la fuerza de la tecnología eólica marina

Se ha convertido en el ejemplo de una iniciativa que irá mejorando con el paso del tiempo. Pese a la gran potencia que ya aporta, el proyecto tiene la mirada puesta en el futuro. Serán los parques de Baltic Eagle y Wikinger Süd quienes se sumen a la iniciativa en los próximos años para hacer realidad el mayor complejo marino del mar Báltico. Ya no hablaremos de 350 megavatios sino de 836.

No obstante, el plan ha tenido muy en cuenta el factor medioambiental. El impacto será muy positivo debido a que se evitará la emisión de casi 600.000 toneladas de CO2 al año, unas cifras que no han dejado indiferente a nadie. Ignacio Galán ha mostrado su apoyo y orgullo sobre Wikinger, especialmente por ser el escenario de su compromiso con el suministro de electricidad limpia, eficiente y segura.

IBERDROLA, REFERENTE EN ENERGÍAS RENOVABLES

Iberdrola ha entrado a formar parte del mercado eléctrico alemán con la mirada puesta en el futuro. En palabras de su presidente, “este parque es un claro ejemplo de tecnología puntera y demuestra el gran potencial industrial e innovador del sector energético europeo para liderar la reindustrialización en nuestro continente”.

 Además, ha supuesto un paso más hacia los objetivos de Iberdrola, y es que la compañía ya se ha convertido en un referente del sector de las energías renovables en el mundo. Una meta que ha sido alcanzada gracias a un equipo de más de 2.000 empleados de 20 países distintos y a una amplia red de proveedores y contratistas.

SU FUNCIONAMIENTO

Se encuentra ubicado frente a la costa noreste de la isla alemana de Rügen. Y su puesta en marcha constituye uno de los principales ejes de la estrategia de Iberdrola. De esta manera, el punto de mira para el futuro de la compañía se encuentra en las energías renovables.

Hablando en cifras: 280 pilotes de 40 metros de longitud, 2,5 de diámetro y 150 toneladas de peso unitario sobre el mar. Éstos son los protagonistas de un escenario que ha apostado por la fuente de energía limpia y renovable, y que aprovecha la fuerza del viento producida en el mar. Además, su instalación debe llevarse a cabo en aguas no muy profundas, tal y como indica el último informe de la asociación europea de energía eólica WindEurope, Eólica marina en Europa: tendencias y estadísticas clave 2017.

Sus escasas limitaciones para el transporte marítimo, el mínimo impacto visual y acústico, su energía inagotable y no contaminante, y las capacidades eólicas del mar son algunas de sus indudables ventajas que son insignia del poder de la compañía para crear un mundo mejor. Y así, la innovación, ondea hacia el futuro al compás de Wikinger.

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