La armonía WA como cultura corporativa: claves para el éxito empresarial

Con la armonía WA nos adentramos en la milenaria cultura oriental, más concretamente en la japonesa, para entender otra forma de relacionarse y convivir en unidad y entendimiento. Nos abstraemos, por un momento, de la cultura occidental y su individualismo para comprender tradiciones que actúan en post del equilibrio colectivo.

Y así llega a nosotros el claro mensaje que nos quiere transmitir el WA. Dos letras que conforman una idea, la idea de que la armonía y la paz deben prevalecer sobre todas las cosas. Armonía comprendida como valor supremo y, para que esta se mantenga, cualquier tarea que resulte necesaria es aplaudida por todos.

La armonía WA es un ejemplo que corrobora que oriente tiene mucho que enseñarnos

Resulta cada vez más frecuente que nuestra sociedad incorpore palabras, conceptos y tradiciones más allá de las propiamente occidentales. Y es que no tardamos en adueñarnos e identificarnos con todas ellas, en un mundo cada vez más globalizado. Un mundo que se retroalimenta a velocidad vertiginosa y que nos acerca a todos cada vez más.

La armonía WA, un pensamiento que corrobora que oriente tiene mucho que enseñarnos, y que, sea como fuere, estas formas de accionar nos harán mejores a nivel tanto personal como profesional. Sabiduría ancestral, de obediencia, puntualidad y respeto al prójimo. Aptitudes que conjuntamente procurarán una musicalidad y un equilibrio perfecto.

Equilibrio, algo muy presente en Oriente que define el éxito en todos los campos. Ejemplo de ello es la medicina tradicional que comparte como principio básico el prevenir antes que curar, el mantener el equilibrio de hábitos saludables para no enfermar, el procurar un permanente estado de gracia mediante la disciplina, y así, poder extrapolarlo a todos los ámbitos vitales: social, familiar, etc.

El termino WA, pura conciencia japonesa que bebe de fuentes históricas y resulta beneficioso aplicado a los negocios. El ser humano siempre ha funcionado en tribus colaborativas y no de forma aislada. Prueba de ello lo tenemos en el reino animal, que actúan, en su mayoría, con un cerebro colectivo.

QUÉ CONSEGUIREMOS APLICANDO LA ARMONÍA WA

Para comprenderla, diremos que es un código social supremo. De hecho es  uno de los cuatro conceptos que sostiene la sociedad japonesa, entendiendo los otros tres como:

  • culto a la forma – reí – que, aplicado al negocio tiene que ver con agradecimientos, cortesía y buenos modales
  • verticalidad en las relaciones – tate shakai – así como en la cultura occidental, hay unos una conexión relevancia-tiempo. Seniors, juniors, etc.
  • dualidad entre tus deseos verdaderos y lo que muestras al exterior – hanne / tatamae – . No dejar que lo personal afecte a la hora de enfrentarnos a nuestra jornada laboral y al equipo de trabajo. Es imprescindible saber discernir.

Es, al fin y al cabo, ceder con el fin de garantizar la paz y evitar a toda costa la desavenencia o crítica. Es tener siempre en cuenta los intereses o sentimientos del grupo antes que los personales.

Y es que, curiosamente, en la cultura tradicional japonesa el modus operandi siempre fluye en esta corriente zen, alejándonos de conocimientos intelectuales y teóricos y buscando experiencias más allá de un discurso meramente racional. Hablamos de experiencias basadas en una sabiduría natural, intrínseca y comunitaria. Olvidando así los intereses personales, dejando a un lado los conceptos individualistas y la competitividad que tan integrada convive actualmente en países de occidente.

Conciencia de un todo, acuerdos grupales, trabajo en equipo, unidad como fuerza superior y única forma de alcanzar la paz real. Y es que si la superficie está en calma, si la mantenemos en pura quietud, la revelación será más acertada y precisa y es ahí donde el WA tiene todas las respuestas. Es ahí donde ocurre lo preciso, la armonía.

Todo lo que sabes sobre el trabajo es mentira
Mayor organización autónoma del tiempo de trabajo por objetivos o comunicación digital son las últimas tendencias laborales.
Read more