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¿Cómo va a cambiar la inteligencia artificial el mundo tal y como lo conocemos?
Casas inteligentes, teletrabajo, smartphones de última generación… El mundo tal y como lo conocemos está cambiando a pasos agigantados. La tecnología se introduce poco a poco en nuestra vida diaria, en el trabajo y en nuestras tareas cotidianas. Y la inteligencia artificial es un avance que no se iba a quedar atrás en este proceso.
¿Se han acabado los yogures? No te preocupes, tu frigorífico conectado ya te habrá pedido más. ¿Quieres ir al centro de la ciudad? Tu coche sin conductor estará esperándote en la puerta de tu casa y sabrá perfectamente dónde habrá sitio para aparcar e incluso podrás solicitar uno a través de una app calculando el trayecto más rápido.
Si nos ponemos a pensar en todos los electrodomésticos inteligentes que van a invadir nuestros hogares en los próximos años, lo más probable es que la inteligencia artificial – IA – y sus parientes súper inteligentes más cercanos, con aprendizaje automático, estén detrás de mucho de lo que está pasando. ¿Quieres saber qué tiempo hace o pedir comida a domicilio? Solo tienes que preguntar a los asistentes virtuales. Alexa de Amazon o a Siri de Apple.
EL RIESGO DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Y aunque, de momento, solo hemos podido ser testigos de la punta del iceberg de la IA, nadie puede saber aún a ciencia cierta hasta qué punto el desarrollo de esta innovación tan trasgresora va a influenciar en nuestra vida. De momento, todos los avances que hay previstos están reservados para los expertos.
Si bien es cierto que existen muchos estudios al respecto que vaticinan una realidad muy distinta a la que vivimos en estos momentos. Mark Purdy y Paul Daugherty son los autores del informe ‘Inteligencia Artificial, el futuro del crecimiento’. En este documento afirman que ven en esta tecnología un motor para el crecimiento de la economía mundial, en detrimento del capital y el trabajo como hasta ahora había sido. Los dos elementos vienen dando muestras de agotamiento como motores del crecimiento económico.
La IA podría revisar documentos en días mientras que tres trabajadores tardarían meses
Así, el texto afirma que la IA “puede realizar actividades laborales a una velocidad y una escala mucho mayores, o incluso llevar a cabo tareas que serían imposibles para los seres humanos”. Además, añade que “en algunas áreas tiene la capacidad de aprender con más rapidez que las personas, aunque sin llegar todavía a su nivel de profundidad. Por ejemplo, es posible usar asistentes virtuales para revisar 1.000 documentos legales en cuestión de días, algo que exigiría el trabajo de tres personas durante seis meses”.
Es evidente que en el caso de la inteligencia artificial, su desarrollo trae implícitos riesgos de diverso calado. Por un lado, en lo referido a la ética y, por otro, de la seguridad en la que habrá que trabajar para evitar la vulnerabilidad de los datos en un mundo cada vez más interconectado. El miedo a lo desconocido y los interrogantes se abren ante una realidad que hasta hace poco pertenecía al mundo de la ciencia-ficción.
En 2014, Stephen Hawking ya lo sugería: “El éxito de la creación de la inteligencia artificial sería el mayor evento de la historia humana”. ¿Tendrá razón? Pase lo que pase, hay que tener en cuenta que el famoso físico teórico también advirtió sobre la IA y todos los grandes avances que trae consigo que “por desgracia, podría ser el último si no sabemos cómo evitar los riesgos”.
