Ultima Thule, el rincón más lejano de la galaxia explorado por el hombre

Se trata de un pequeño objeto celeste de color rojizo descubierto en el cinturón de Kuiper. Un pequeño mundo que ha originado nuevos datos a los científicos sobre el nacimiento del sistema solar.

A comienzos de año, en la NASA, todo fueron aplausos y ovaciones. Y es que el objetivo de la sonda New Horizons fue logrado con creces por un equipo de profesionales y con un éxito rotundo. La sonda ha rozado el infinito y ha llegado a Ultima Thule, un pequeño asteroide más allá de Plutón descubierto en 2014.

Nada más y nada menos que el objeto más lejano explorado por la humanidad. Una mancha blanca que vive en los confines de nuestro sistema solar y mide 35 kilómetros de longitud por 15 de ancho.

Su forma es irregular y alargada y, si todo va según lo estipulado, New Horizons tardará unos 20 meses aproximadamente en enviar toda la información científica recopilada durante su encuentro con Ultima Thule, que tuvo lugar entre el 31 de diciembre de 2018 y el 1 de enero de 2019.

“Es difícil decir cuál de nuestras teorías e ideas es la correcta”, comenta Alan Stern a agencia EFE, científico principal de la misión. “Quizás sea algo que ni siquiera hayamos pensado. En cualquier caso, llegaremos al fondo de este rompecabezas pronto”.

Esta roca de hielo es conquistada por primera vez. “Nunca antes la NASA ha rastreado un cuerpo tan pequeño a una velocidad tan alta en el abismo del espacio”, resaltó Stern. Un logro histórico que ha suscitado el interés de numerosos científicos.

UN VIAJE POR LOS CONFINES DEL SISTEMA SOLAR

Así, Jeff Moore, jefe de geofísica y geología de la misión, ha explicado que el objeto empezó a formarse hace unos 4.500 millones de años, cuando una nube giratoria de pequeños cuerpos helados empezó a fusionarse.

Ambos cuerpos independientes han ido acercándose con el paso del tiempo y con lentitud, hasta tocarse y formar el actual cuerpo de dos lóbulos que es hoy, parecida a la forma de un muñeco de nieve.

Según Moore, New Horizons “es como una máquina del tiempo que nos lleva de regreso al nacimiento del sistema solar”. “Estamos viendo una representación física del inicio de la formación planetaria, congelada en el tiempo”, declara Moore. Un hecho que sirve de gran ayuda a la comunidad de científicos para comprender cómo se forman los planetas.

Esperamos en los próximos meses mucho más datos a la Tierra. Con ellos se escribirán nuevos capítulos sobre este objeto curioso que vive ubicado en una de las regiones más remotas del sistema solar, a unos 6.500 millones de kilómetros de distancia del Sol.

Veremos qué ocurre con este hallazgo y qué datos valiosos nos aporta esta misión. Veremos cómo se reescribe la historia y seguiremos aportando datos de todo lo que está por venir.