BrainNet: conectar tu cerebro ya es posible

En el cine has podido ver cómo se presenta el futuro, con asistentes robóticos, coches voladores y, en series como Stranger Things, la posibilidad de expansión y conexión del cerebro. Pero un cerebro conectado no solo es una visión futurista, sino que la posibilidad de tener dos mentes vinculadas telepáticamente puede estar al alcance de la mano.

BrainNet, una red de cerebros para compartir pensamientos

Aunque esto te parezca pura ciencia ficción, y todavía quedan por desarrollar muchos detalles, un equipo de neurocientíficos de las universidades de Washington y Carnegie Mellon han propuesto este salto con éxito.

Una partida de Tetris, la prueba del funcionamiento

El primer experimento completado de BrainNet es una partida de Tetris en la que se han conectado tres cerebros. Durante la partida, dos de los jugadores pueden ver la pantalla del juego completa y, cuando una figura baja, se comunican con el tercer cerebro para indicar si ha de girar esa figura o cuánto hacerlo para que encaje.

El receptor tan solo ve la figura, pero no la parte de la pantalla que hace tomar la decisión de giro. Su decisión debe realizarse basándose en esas dos señales. A la izquierda se sitúa la pantalla que ve el receptor y, en el lado derecho, la pantalla de quienes envían la información.

A pesar de que pueda parecerte muy sencillo, su funcionamiento no lo es tanto. Para indicar su resolución, los sujetos iniciales deben centrar toda su atención en una de las luces LED de su pantalla. Estas luces tienen una frecuencia diferente, lo que permitirá, mediante una electroencefalografía, conocer si se debe tomar la decisión de virar o no la pieza.

Cuando BrainNet sabe lo que quiere comunicar el cerebro, se lo envía al receptor. En este momento, se produce la estimulación magnética transcraneal. Es decir, se envían pulsos al lóbulo occipital de manera individual y el receptor nota un flash de luz o fosfeno (un fenómeno de la visión que te produce la sensación de ver manchas luminosas).

En función de su intensidad, tanto si supera cierto umbral como si no llega a él, hace que se pueda discernir si se ha de girar o no la figura del juego.

Los resultados

Los investigadores utilizaron a cinco grupos de tres personas y los resultados son sorprendentes. Suponen un gran paso para avanzar en la g. La ventaja de este experimento es que es escalable y, por lo tanto, puede permitir que más personas formen parte de la toma de decisiones, ya que, por ejemplo, un hipotético servidor en la nube de gran escala que integrase BrainNet, permitiría la conexión global de los cerebros a través de Internet.

Ofrece un amplio abanico de posibilidades. Los experimentos que se llevan a cabo no solo permiten enviar información, sino rectificar durante la toma de decisiones y hacer que los cerebros participen y sean conscientes de qué tipo de fuentes son más o menos fiables.

Por otro lado, y como habrás comprobado, abre nuevas formas de comunicación, debido a que este experimento muestra cómo funcionan los cerebros humanos. Actúa como una interfaz no invasiva y directa entre dos cerebros y se puede utilizar en la resolución colaborativa de problemas.

No solo en el Tetris sino también en un Quizz

Debes saber que estos mismos investigadores también han unido dos cerebros para que participen en un juego de 20 preguntas uno contra el otro. En esta ocasión, también utilizaron flashes de fosfeno para transmitir la información en forma de sí o no. Este trabajo todavía no ha sido validado por la comunidad neurocientífica, pero no deja de ser curioso.

En definitiva, los resultados plantean posibles interfaces futuras de cerebro a cerebro para la resolución de problemas, mediante una cadena de cerebros conectados, a modo de red cooperativa.