¿Cómo serán las viviendas del futuro?

La tecnología cada vez está más presente en nuestro día a día y más integrada en todo lo que nos envuelve, creando un gran impacto en nuestro estilo de vida y en nuestros hogares.

La inteligencia artificial, la sostenibilidad y la vida verde, la arquitectura responsive o el co-living serán tendencias inescrutables de la futura vivienda 3.0.

Poco a poco vamos introduciendo una tecnología inteligente en nuestras vidas, que va moldeando un estilo de vida totalmente diferente. Climatización digital, vídeo-vigilancia, funciones controlables desde smartphones, tecnología blueetooth integrada, ascensores con gestión inteligente, persianas y cortinas eléctricas con control remoto o incluso puntos de carga eléctrica para vehículos en los garajes son algunos ejemplos.

Nuevos esquemas para nuevas formas de vivir

Es creciente el número de expertos que apuntan que el lugar para vivir seguirá la tendencia que ya hemos empezado a ver en el coworking en el ámbito laboral. El coliving, edificios donde los residentes comparten instalaciones comunes y zonas de trabajo y de ocio con el resto de ocupantes, ha llegado para quedarse. 

También el envejecimiento de la población está en la mente de quienes se ocupan de concebir la vivienda del futuro: necesidades asistenciales, accesibilidad y servicios añadidos marcan las nuevas tendencias en el ámbito residencial.

Tecnología para construir: industrialización y robotización

La industrialización es una de las palabras de moda en el ámbito de la promoción inmobiliaria. En el nuevo ciclo inmobiliario iniciado tras la crisis se están poniendo en valor las ventajas de la tecnología para hacer posible un proceso constructivo que controle tiempos y minimice errores

Las grandes promotoras ya están trabajando con estos procesos y el reto es poder implantarlos en la construcción de viviendas a gran escala. A 10 años vista, la industrialización de procesos y la robotización marcarán la línea en el sector.

Sostenibilidad y vivienda inteligente

La robotización no solo va a cambiar el diseño y la construcción de las casas, también cambiará la forma de funcionar de una vivienda y sus características. Sistemas conectados, internet de las cosas y también instalaciones inteligentes forman parte de la ecuación

La preocupación medioambiental y el interés por reducir gastos operativos de la vivienda (entre ellos los energéticos) están detrás del impulso de un concepto de vivienda sostenible. Un ahorro que, además, acabará trasladándose al valor de las viviendas: los inmuebles eficientes energéticamente acabarán siendo más valiosos que aquellos que no lo sean.

De hecho, la gama de vivienda más exclusiva ya apuesta por la sostenibilidad y el ahorro energético como valor diferencial de cara a sus clientes. 

Los cambios que sucedan hasta entonces serán progresivos, por lo que la sociedad no se dará cuenta de inmediato: en estas casas del futuro no habrá privacidad absoluta; sí coliving. No habrá factura de luz individuales; sí facturas con un alto porcentaje de eficiencia energética. Habrá una población envejecida que vivirá sola. Y habrá casas compartidas con gente joven.