Peseida, la app que vela por la privacidad de los adolescentes

Internet y privacidad: un dilema que comienza a una edad muy temprana

Redes sociales como Instagram, Twitter, TikTok o Snapchat son, para muchos adolescentes, los principales entornos en los que socializar con sus amigos y compañeros de clase, conocer a nuevas personas, cultivar sus aficiones o, simplemente, entretenerse y pasar el tiempo. En muchos casos, estas redes sociales han sustituido casi completamente a pasatiempos más tradicionales como la televisión o los libros. Son, no cabe duda, un elemento clave en la vida social y el ocio de muchos menores de edad.

Pero también constituyen un elemento nuevo, al menos hasta cierto punto, con sus propias características y que, por qué no decirlo, también plantea nuevos riesgos. Entre ellos, los relacionados con la privacidad (o su ausencia, más bien) se cuentan entre los más importantes.

Es cierto que cualquier persona que se convierta en usuaria de una red social puede estar poniendo en peligro su privacidad, sea cual sea su edad, pero normalmente los adolescentes son menos conscientes de que existe este riesgo y calculan peor las posibles consecuencias de compartir la información que a diario vuelcan en la red. 

niños y adolescentes con móviles y redes sociales
Los adolescentes y el uso de las redes sociales

Además, lo cierto es que la exposición a las redes sociales comienza cada vez más pronto: aunque 13 años es la edad mínima para crear un perfil que marcan muchos de estos servicios, la realidad es que no hay forma de controlarlo. Una gran mayoría de los adolescentes simplemente mienten acerca de su edad al darse de alta y, de esa forma, comienzan a utilizar estos servicios mucho antes de lo que se supone que deberían.

Son edades en las que, como decimos, lo natural es no pensar demasiado en las posibles consecuencias de un tuit o con qué tipo de empresas estamos compartiendo nuestros datos personales. Pero los riesgos persisten incluso aunque los ignoremos y, conscientes de ello, un grupo de investigadores españoles, de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), se ha puesto manos a la obra para crear una herramienta que ayude a los más jóvenes a protegerse frente a ellos: Peseida.

Peseida, un sistema creado para proteger la privacidad en las redes

Peseida es una aplicación basada en un algoritmo de código abierto que es, según sus creadores, similar al de Facebook. El objetivo de este programa es analizar la información que compartimos en las redes sociales para determinar hasta qué punto es sensible y a cuántas personas va a llegar. O, dicho de otra forma: hasta qué punto podríamos estar poniendo en riesgo nuestra privacidad al enviar ese mensaje, compartir esa imagen o publicar ese tuit.

peligros de publicar información por redes sociales adolescentes
Los peligros de las redes sociales, la difusión de información

El algoritmo de Peseida reconoce un total de 74 variables o formas de información sensible, como, por ejemplo, edad, peso o fecha de nacimiento. Por si eso fuera poco, Peseida es capaz de entender hasta cierto punto cuál es nuestro estado de ánimo al escribir un mensaje, para determinar si, por ejemplo, estamos sometidos a un fuerte nivel de ansiedad. 

La lógica de Peseida, como podemos imaginar, se basa en la prevención. Esta aplicación es el equivalente virtual de una persona que nos diga: ¿realmente crees que es buena idea compartir eso? ¿De verdad quieres publicarlo? En la aplicación, los avisos son muy gráficos y veremos mensajes personalizados como: “Este mensaje supone un alto riesgo para tu privacidad: más de 1000 usuarios podrían verlo”.

El impresionante crecimiento de las redes sociales se fundamenta en necesidades humanas muy básicas: compartir, saber de los que nos rodean… en definitiva, estar conectados. Y sí, las conexiones son sin duda muy necesarias, pero aplicaciones como Peseida nos ayudan a entender, desde una edad muy temprana, que satisfacer esa necesidad tan vital no puede hacerse a costa de renunciar a nuestra privacidad.