La recuperación verde en 2021 pasa por la energía renovable

El planeta necesita una recuperación intensa de manera urgente. Y debe pasar por la búsqueda de una energía renovable y limpia que nos ayude a conseguir un modelo energético más sostenible. Este, a su vez, nos tiene que ayudar a llegar a nuestro principal objetivo: la descarbonización.

Como en todos los ámbitos de nuestra vida, la COVID-19 también ha tenido profundas implicaciones en el sector energético. La buena noticia es que tanto los gobiernos como las diferentes compañías energéticas coinciden en que esta situación puede verse como una oportunidad para situar la inversión verde como un eje fundamental en la recuperación.

Así, la Comisión Europea y varios Gobiernos han identificado a la transición verde y la transformación digital como una de las áreas claves para relanzar y transformar la energía. De este modo, Europa ha lanzado un Plan de Recuperación que, además de sortear la crisis actual, también busca relanzar la industria y preparar a la sociedad para una nueva economía.

Iberdrola, a la cabeza en energías renovables

Una de las empresas que más implicada está en las renovables y que es consciente del potencial de estas energías y de las redes eléctricas en el proceso a una recuperación verde es la española Iberdrola.

La compañía, a la cabeza de la energía renovable a nivel global, ha presentado el mayor plan de inversiones de la historia de una empresa nacional. Esta empresa ha invertido un total de 75.000 millones de euros hasta 2025 para promover la recuperación del tejido industrial y empleo.

Del total de estas inversiones, la mitad estarán destinadas a la energía renovable, con la que Iberdrola duplicará su capacidad instalada hasta los 60.000 MW en 2025, después de haber llegado en 2022 a los 44.000 MW de capacidad instalada. Esto también permite a Iberdrola crecer en energías renovables como la solar o la fotovoltaica con una previsión de 16.000 MW instalados.

La importancia de las redes inteligentes

El 40% del volumen de inversión, es decir, más de 27.000 millones de euros, irá destinado a la actividad de redes eléctricas, un factor clave en la electrificación de la economía y la dinamización de los territorios. Gracias a esto, Iberdrola podrá dar continuidad al despliegue de las redes, consolidar una sólida red de distribución y dotarla además de flexibilidad.

Dentro de los puntos claves para la electrificación de la economía y la dinamización de los territorios, las redes inteligentes cumplen un papel protagonista, ya que sitúa a los consumidores en el centro de la actividad, dotándoles de mayor capacidad de decisión y conectividad.

De este modo, Iberdrola también ha logrado posicionarse como el operador de uno de los sistemas de distribución eléctrica más importantes del mundo: más de 1,1 millones de kilómetros de líneas eléctricas y más de 4.400 subestaciones que distribuyen electricidad a más de 34 millones de personas en el mundo, de las cuales 11 millones se encuentran en España.