Influencers de la ciencia

En los últimos años ha surgido una nueva profesión: los influencers. Se trata, normalmente, de personas jóvenes con gran conocimiento en redes sociales, donde cosechan miles de seguidores que confían en sus contenidos. Es decir, que les influencian a través de estos canales.

Los influencers más famosos actualmente son los de moda o lifestyle, pero estos perfiles han llegado a todo tipo de contenido, como el cambio climático o la ciencia.

El investigador zaragozano Alberto J. Schumacher, uno de los científicos e influencers más destacados en Aragón. Suma en su página de Facebook ‘Investigaciones Oncológicas’ más de 23.000 seguidores, donde triunfa con un nuevo reto viral para dar visibilidad a las mujeres de la Asociación Cáncer de Mama Metastásico. 

Durante la pandemia hay quienes han sabido aprovechar el tirón mediático para hacer campaña por la ciencia y dar visibilidad a la investigación. Así, han puesto de manifiesto que invertir en este tipo de proyectos es imprescindible. 

Junto a él, Patricia Sancho, científica zaragozana que lidera el grupo Metabolismo y células madre del cáncer del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS), reconoce que la parte buena de la pandemia podría ser la visibilidad que se le está dando a la ciencia a raíz de la COVID-19. 

El coronavirus como punto de partida

Patricia y su equipo de investigadores pusieron en marcha en julio del año pasado una campaña de micromecenazgo. Esta se extendió hasta finales del mes de septiembre y que fue de la mano de otra iniciativa de venta de mascarillas solidarias con el lema ‘Yo apoyo la investigación contra el cáncer’. A través del crowdfunding lograron recaudar unos 26.000 euros a los que se suman los 5.000 de la venta de mascarillas y otros 3.000 euros más que han recibido después a través de donaciones. 

Gracias al altavoz que han supuesto sus perfiles y su blog, estas investigadoras del IIS Aragón han dado también el salto a medios nacionales como El Mundo o El País. 

La crisis sanitaria ha aumentado notablemente el interés por la ciencia. Esto se traduce en un acercamiento muy positivo entre la población y los investigadores. 

La divulgación de la ciencia: una necesidad 

Patricia cuenta la importancia del “trabajo divulgativo y el darse a conocer cara al público para que sepan lo que haces”. Además, la científica explica que, gracias al proyecto, han dado muchas charlas en colegios a nivel estatal y han participado casi 6.000 alumnos. 

Eduardo Ruiz, investigador zaragozano, ha impulsado la página en Facebook ‘Un predoc contra el cáncer’. Su objetivo era defender una investigación firme y potente en España y dar valor a los investigadores pre doctorales. Eduardo hace hincapié en que, la pandemia ha suscitado un mayor interés por la ciencia. Sin embargo también se han parado muchos tratamientos e intervenciones quirúrgicas. El investigador añade que el efecto del frenazo que hemos sufrido se verá dentro de unos años e insiste en que hacen falta recursos para llegar a todo. 

Araid Pilar Martín Duque es científica del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y vicerrectora de la Investigación de la Universidad San Jorge. Señala que debido a la pandemia parte de los fondos de investigación se han derivado para estudios de la COVID-19. Esto provoca que la financiación de muchas disciplinas se ha visto disminuida aun cuando no se habían repuesto los fondos afectados por las crisis económicas previas.

Objetivo: viralizar la ciencia 

Al igual que Eduardo, la investigadora reconoce que la investigación que existía antes de la pandemia se ha visto resentida, tanto por el tiempo que los laboratorios estuvieron parados  durante el confinamiento, como por el retraso de ayudas económicas. No obstante coincide con sus compañeros en que la pandemia ha servido para “viralizar” la ciencia y los científicos. 

Los investigadores han pasado de ser personajes discretos a estar todos los días en los medios de comunicación. Por ello, es necesario que esta tendencia positiva continúe siendo favorecedora en el campo de la investigación y, en nuestra mano está, difundir su labor tanto por las redes sociales como promoviendo el conocimiento a través de talleres, actividades y charlas. Es nuestro deber influir a las nuevas generaciones de científicos para en un futuro cercano lograr formar una nueva cantera de investigadores.