Mujeres STEM en España

Las carreras STEM son cada vez más demandadas por las empresas, pero, sin embargo, las mujeres que apuestan por estos estudios siguen encontrando dificultades para su desarrollo profesional, debido a los estereotipos por sexo que siguen aumentando la brecha de género. Es por esta razón por la que este tipo de carreras relacionadas con Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas son elegidas por muy pocas mujeres.

La estadística nos arroja un número mínimo para las jóvenes que optan por asignaturas relacionadas con ciencias durante la Educación Secundaria Obligatoria y, por tanto, su presencia también es bastante reducida en las aulas universitarias.

Según un estudio de la Universidad Camilo José Cela, perteneciente a la Institución Educativa SEK, en España, solo un 16,3 % de los adolescentes de 15 años prevé dedicarse profesionalmente al área STEM y, de ese porcentaje, solo el 4,2 % son alumnas.

Brecha de género y techo de cristal

Los últimos informes de Científicas en Cifras publicados el pasado año por el Ministerio de Ciencia e Innovación muestran una evidente brecha de género en las universidades públicas. Las mujeres representan un 24% del personal investigador en Ingeniería y Tecnología y un 34% en Ciencias Naturales.

También, en los puestos de mayor rango en universidades se refleja una diferencia notable, donde menos del 25% del profesorado catedrático y de investigación son mujeres. Por ejemplo, tan solo el 8% de las universidades públicas españolas cuenta con la figura de una rectora.

La presencia femenina en el mundo de la tecnología es de tan solamente un 15% por lo que socialmente la tecnología tiene un rostro masculino. Los estereotipos sexistas persisten dificultando el acceso de las mujeres a puestos relevantes.

En algunos países de África, algunas familias todavía piensan que si una joven estudia ingeniería no será capaz de encontrar un marido, o que este tipo de profesiones no son para las mujeres. De esta forma se instituye un desinterés en ellas a la hora de elegir desarrollarse en estos campos. En otros países de Europa que se dicen igualitarios siguen recibiendo sensaciones parecidas en muchas capas sociales.

El porcentaje de mujeres estudiantes y trabajadoras STEM no ha dejado de disminuir en España desde los años 80. Las mayores eminencias han emigrado hacia otros países y oportunidades donde se sienten menos infravaloradas.

El objetivo es el cambio

Cambiar las cosas en estos sectores se presenta como necesario. Los propios patrones perpetuados por el desconocimiento hacen que muchas mujeres no sean conscientes de las posibilidades y elementos positivos, además de las salidas profesionales, por ejemplo, si pensamos en conciliación familiar, existe una gran oferta de trabajo en entornos de trabajo muy flexibles.

Es también muy importante apostar por la educación temprana en los campos social y cultural que imponga un peso constante en la igualdad. Los estereotipos generan sesgos inconscientes que nos hacen asociar de forma implícita la ciencia con el género masculino, por ejemplo.

Se debe actuar desde la práctica docente, en áreas como la autoconfianza de las alumnas, el apoyo de sus iguales y compañeros. También es importante el aumento de la implicación de los padres. Se ha observado una relación entre cada uno de esos tres factores y el desempeño en las materias de ciencias.