La digitalización de las empresas no debe abandonar a las personas mayores

La historia de Carlos San Juan es la crónica de una sorpresa. Este jubilado valenciano ha protagonizado las noticias estos días con su lucha en favor de los “derechos bancarios” de los mayores, tras recabar más de 600.000 firmas para mejorar la atención en los bancos. La campaña ‘Soy Mayor, No Idiota’ clamaba contra la inclusión financiera de los mayores y exigía “formar una especie de burbuja analógica que proteja a los más vulnerables de una digitalización que venía demasiado rápido”.

Son muchos los españoles que tienen importantes dificultades para acceder y comprender las tecnologías digitales. Según datos de Eurostat, aproximadamente la mitad de los usuarios de Internet de entre 65 y 74 años tienen pocas habilidades digitales. Las estadísticas muestran que hay 10,6 millones de personas en España que tienen más de 65 años. De los cuales, 6,4 millones de esas personas no usan Internet y 5,8 millones de ellos ni siquiera tienen un teléfono móvil.

Adquirir competencias digitales es importante para el momento en el que vivimos pero hay muchas personas mayores y colectivos con determinadas dificultades que quedan fuera de este marco. El alto uso del entorno online, en este momento, está suscitando un debate porque es necesario un equilibrio entre la digitalización de todos los procesos y la soledad en la atención que sienten las personas mayores. 

LAS EMPRESAS QUE SÍ CUIDAN A LOS MAYORES

Entre tantas críticas al olvido de las personas sin competencias digitales, también existe hueco para reconocer a las empresas que sí cuidan a los mayores. Destaca especialmente el caso de Iberdrola, que piensa en estas dificultades y es la eléctrica con más puntos de atención presencial en España, con más de cinco millones de gestiones cara a cara realizadas al año.

Y es que para muchas personas mayores o vulnerables, consultar el consumo eléctrico en una app, la factura del móvil mediante el correo electrónico o comunicar una incidencia a través de una web, son avances de la tecnología para los que no se están preparados. 

Las oficinas presenciales permiten atender de persona a persona. Un lugar clave para recibir una atención personalizada y un trato más humano. Las nuevas tecnologías quedan lejos de algunas personas que necesitan la cercanía del cara a cara. Incluso, es un motivo de aumento de la confianza en las empresas. 

El compromiso con la digitalización en las compañías tiene que ser un objetivo clave. Pero, no se puede olvidar a una parte de la sociedad que tiene mayores dificultades para gestionar en el entorno online.