Innovación tecnológica para impulsar la movilidad sostenible tras el coronavirus

Impulsar nuevas formas de movilidad sostenible es fundamental ante el previsible aumento del tráfico tras el coronavirus. El coche eléctrico es una de las iniciativas más interesantes y la innovación tiene ahí mucho que aportar. Una pequeña empresa española, Wallbox, está creando escuela a nivel mundial con sus novedosos sistemas de carga.

Wallbox ha sido noticia recientemente por lograr financiación con un segundo tramo de 12 millones de euros para su inversión en la serie A de cargadores de coches eléctricos, con lo que el total de la serie A asciende a 23 millones de euros. La ronda fue liderada por el fondo de capital riesgo Seaya Ventures, con una inversión adicional de Endeavor Catalyst y de inversores existentes como Iberdrola.

La operación refuerza la alianza comercial que mantenían ambas empresas y, en el caso de Iberdrola, se enmarca en su Plan de Movilidad Sostenible, que contempla el despliegue de 25.000 puntos de recarga de vehículo eléctrico en España hasta 2021, así como en otros mercados internacionales donde opera.

Iberdrola ha materializado esta inversión a través de su programa de start-ups Perseo, con el que apoya a compañías emergentes que desarrollan tecnologías clave para diseñar la energía del futuro.

Wallbox, fundada en 2015, tiene la misión de cambiar la forma en que el mundo utiliza la energía. Sus sistemas de carga inteligente utilizan tecnología de vanguardia y gestionan la comunicación entre el coche y el cargador a través de aplicaciones fáciles de usar. En 2019, Wallbox abrió su oficina en Silicon Valley para distribuir sus cargadores para vehículos eléctricos a Estados Unidos, Canadá y México, y comenzó su expansión también en China.

Además de la innovación tecnológica, lo que distingue a Wallbox es su «enfoque de diseño hacia adelante«. Wallbox pretende ayudar a cambiar la percepción que tienen los consumidores de los cargadores como aparatos «a dispositivos de consumo en los que el diseño forma parte de la experiencia».

Actualmente, su capacidad de producción es de 500.000 cargadores por año en su sede de Barcelona, donde se acomete la investigación, el desarrollo técnico, las pruebas de productos y la fabricación.

Los nuevos fondos recaudados se utilizarán para impulsar el crecimiento internacional de Wallbox en China y América del Norte, y para seguir ampliando su innovación tecnológica y sus esfuerzos de investigación y desarrollo. 

El nuevo cargador es capaz de enviar el exceso de energía de una batería a un sistema eléctrico residencial, lo que permite a los propietarios de viviendas alimentar sus casas con un vehículo completamente cargado. También puede enviar energía de vuelta a la red, de la misma manera que los paneles solares pueden enviar la energía puesta en una red de servicios públicos.

Aunque la compañía hasta ahora ha apuntado a las instalaciones de los campus residenciales y corporativos, los futuros lanzamientos de productos acercarán la compañía al público y a flotas más grandes. Estos incluyen estaciones de carga ubicadas en espacios públicos, así como capacidades de carga rápida fácil, que permiten a los usuarios cargar sus vehículos mucho más rápidamente, un servicio que es especialmente útil para los vehículos pesados con baterías más grandes.