Smartcities: las ciudades del futuro
No se trata de tener coches voladores ni humanoides como asistentes personales. Las Smartcities son desarrollos urbanos que responden a las necesidades básicas cumpliendo con los principios de la sostenibilidad.
Las ciudades inteligentes son cosa del futuro, pero ya hemos dado los primeros pasos. La sostenibilidad es la capacidad de mantener un equilibrio entre los recursos usados y los producidos con un fin ecológico.
Ciudades como Londres, Tokio, Zúrich, París y la ajetreada Nueva York están orientando sus políticas públicas hacia la creación de infraestructuras y tecnología que disminuyan el consumo eléctrico y reduzcan las emisiones de CO2.
Entre esas políticas públicas, hay medidas tan simples como instalar paneles fotovoltaicos en las comunidades, paneles solares para alimentar los semáforos y señales de circulación, molinos eólicos y fomentar el uso de bicicletas como medios de transporte alternativos.
¿Qué hace a una ciudad inteligente?
Para que una ciudad sea considerada inteligente, necesita cumplir con una serie de requisitos:
- Capital humano: educación para todos sus habitantes en los distintos momentos de sus vidas.
- Aspectos sociales: armonía entre sus habitantes, tendencias solidarias, cohesión.
- Infraestructura y energía: fuentes de electricidad alternativas y no contaminantes.
- Tecnologías: comunicación eficiente, electrónica e internet.
- Transporte: movilidad eficiente y no contaminante.
Básicamente, una ciudad será inteligente cuando alcance cifras óptimas en calidad de vida y desarrollo económico y ambiental y cuando cuente con un gobierno participativo, una gestión prudente de sus recursos naturales y un aprovechamiento correcto del tiempo de los ciudadanos.
¿Por qué son necesarias las Smartcities? Porque solo tenemos un planeta. Si queremos cuidar nuestro único hogar, es importante implantar prácticas ambientales y sociales. Aprovechemos sabiamente las tecnologías. Entre todos podemos mejorar nuestro planeta.