El mayor reto de la energía eólica marina

Nuestro impacto como especie en el planeta cada vez es más palpable. Proteger el medio ambiente es un reto ante el cual no se deberían escatimar esfuerzos pues, al fin y al cabo, nos jugamos nuestro futuro. Con un clima que se va haciendo cada vez más extremo y que provocará problemas en todo el mundo, la inversión en energías renovables es más necesaria que nunca. En este plano, la energía eólica marina está llamada a ser la punta de lanza contra el cambio climático. Un claro ejemplo es el East Anglia ONE.
Este ambicioso proyecto, que entrará en funcionamiento en 2020, se convertirá en el parque eólico más grande del mundo y un hito en la innovación ‘made in Spain’.

La energía eólica marina está llamada a ser la punta de lanza contra el cambio climático.

Las cifras son impresionantes: tendrá una superficie total de 300 kilómetros cuadrados, equivalentes a unos 30.000 campos de fútbol. Ubicado en la costa del mar del Norte británica, este parque contará con un total de 102 molinos.
Cada aerogenerador es un verdadero titán.

Cuentan con una altura máxima de 167 metros que, junto a la de sus cimientos, alcanza un total de 235 metros. Con una potencia total de 714 megavatios, producirá electricidad para 1,5 millones de británicos.

Además de ser un proyecto que busca la sostenibilidad con la generación de energía limpia, el East Anglia ONE ha dado trabajo a entre 800 y 1.300 personas en nuestro país gracias a que la empresa promotora, Iberdrola, ha adjudicado varios contratos a compañías españolas, permitiendo la reconversión industrial de los astilleros públicos, que han conseguido tener experiencia en un negocio con gran potencial.

En los próximos meses está prevista la colocación de 42 estructuras tipo jacket (los cimientos de las turbinas).
Con una inversión 2.500 millones de euros, este proyecto es el mayor desarrollado por una empresa española en el ámbito de las energías renovables.

Una pieza clave del parque eólico es la subestación marina Andalucía II, que se encarga de llevar la corriente eléctrica a tierra. Con una inversión de 63 millones de euros y una construcción que empezó en 2017, Andalucía II es la subestación eléctrica marina más grande del mundo y ha sido fabricada en los astilleros de Puerto Real (Cádiz).

East Anglia ONE es el proyecto más ambiciosa y potente desarrollado por una empresa española en el ámbito de las energías renovables.

Dadas las características del parque y la energía producida, la subestación debería haber sido tan grande que los barcos de izado no hubieran podido llevarla al punto de instalación. Sin embargo, con los conocimientos adquiridos en otros proyectos, el peso total de la subestación es de 3.900 toneladas, permitiendo su transporte, lo que ha supuesto un hito de innovación.
La clave para su reducido diseño pasó por eliminar los cables de alta tensión, que fueron sustituidos por fluoductos embarrados aislados en gas. La corriente eléctrica es transmitida desde los aerogeneradores por un cable submarino de 85 km con toma de tierra en Bawdsey.


La eólica marina es una fuente de energía caracterizada por su sostenibilidad. Sin embargo, la apuesta de Iberdrola en renovables no terminará con este proyecto. Otros similares han sido desarrollados en Alemania (Wikinger) y Reino Unido (West of Duddon Sands), a los que en un futuro se sumarán parques en Estados Unidos, Francia y otros en Alemania y Reino Unido.

Con una fuerte apuesta por la energía eólica marina ganamos en sostenibilidad de cara a un futuro que no tiene que ser tan oscuro. Otras renovables avanzan imparables junto a la eólica de cara a abastecer de energía limpia a una sociedad que la demanda. Quizás vaya siendo hora de pensar en positivo y albergar las mejores esperanzas en un futuro con menos contaminación.