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El coche eléctrico como herramienta para alcanzar la movilidad sostenible
La calidad del aire cada vez es peor, y gran parte de esa contaminación procede de los vehículos de combustión, especialmente en las grandes ciudades. Por este motivo es muy importante plantear soluciones prácticas para alcanzar la movilidad sostenible.
Liberarnos del aire tóxico ya parece un motivo suficiente para que las ciudades comiencen a implantar políticas de cero emisiones. Y esto es algo que vemos cómo se va generalizando en Europa.
Frenar la crisis climática es una responsabilidad compartida entre entidades de gestión, individuos y empresas, que, afortunadamente, ya comienzan a dar paso a nuevas políticas de descarbonización, como es el caso de Iberdrola en su apuesta por la generación de energía limpia.
¿Es el coche eléctrico una alternativa para la movilidad sostenible?
La venta de coches eléctricos aumenta exponencialmente, a finales de 2018 había unos 5 millones de vehículos eléctricos. Vender el primer millón de esos vehículos supuso investigaciones y avances durante 20 años. Sin embargo, el segundo millón se vendió en 18 meses, el tercero, en 10…
Un coche eléctrico aún es más caro de fabricar que los automóviles de combustión y su uso comienza a generalizarse ahora, hasta cierto punto. A cambio compensa ese exceso con todo el combustible que no consumirá durante toda su vida útil y con su eficiencia. El rendimiento de un vehículo eléctrico es cinco veces mayor que el de un vehículo de combustión. A esto podemos sumar, además, que ya comienzan a instalarse puntos de recarga que reciclan baterías de vehículos eléctricos, como este ejemplo de Iberdrola en el Área 175 de la A-3.
Concienciar a los empleados
El coche eléctrico comporta muchas ventajas para el medio ambiente. Especialmente si en su fabricación se utilizan fuentes renovables y se tratan adecuadamente los procesos de fabricación y reciclaje de las baterías. Y es que las baterías sirven para acumular el excedente de energía que no han consumido y, cuando dejan de ser útiles en movimiento pueden reutilizarse como baterías estacionarias. Y lo mismo ocurre con la importancia de que la energía que suministran los puntos de recarga sea de origen 100% renovable, como los de Iberdrola.
Lograr la movilidad sostenible en el futuro pasa por fomentar políticas de urbanismo que potencien la proximidad, el uso de transporte público para trayectos largos y la existencia de flotas de vehículos eléctricos de uso compartido, que permitan ser más eficientes y generen servicios de movilidad sin que sea necesario poseer un vehículo.
Por su parte, las empresas también juegan un importante papel en la movilidad de las ciudades. Es fundamental que las empresas creen planes de movilidad sostenible, con un objetivo de reducción de las emisiones y la concienciación de los empleados.
Ofrecemos a nuestros clientes soluciones de recarga eléctrica inteligente a un coste 10 veces más económico que el motor de combustión tradicional
Ignacio gal´án, presidente del grupo iberdrola
En los casos en que el uso es personal y es un particular el que desea adquirir un coche eléctrico las opciones son cada vez más amplias y las ayudas lo hacen cada vez más accesible. Actualmente se encuentra en marcha el plan Moves III, con una dotación mínima de 400 millones de euros destinados a ayudas a la compra de vehículos y a infraestructuras de recarga.
El impacto del transporte comercial y empresarial en la movilidad sostenible
Al igual que es necesario pensar en planes de movilidad sostenible para que los trabajadores puedan llegar a sus puestos reduciendo las tasas de contaminación, también han de plantearse planes empresariales.
Los servicios de transporte han aumentado debido al reparto del comercio online. Por esta razón, electrificar las flotas que se dedican a esta actividad parece una prioridad.
Ya existen soluciones de renting para empresas logísticas con esta finalidad, que cuentan con puntos de recarga financiados y con un suministro del consumo de energía también subvencionado dentro del propio servicio.
