Pagar por la cara, el futuro del reconocimiento facial

El futuro del reconocimiento facial está llegando. Ya es posible usar este medio de pago en algunos lugares donde bastarán unos segundos para reconocer nuestro rostro y realizar la transacción.

El metro de Moscú, uno de los pioneros en este método

El metro de Moscú acaba de implementar el reconocimiento facial como sistema de pago para la compra de billetes. Basta con mostrar el rostro ante una cámara que reconozca los rasgos faciales. Así, el rostro es reconocido y el usuario puede cruzar las puertas.

Pocos sistemas se antojan tan rápidos y sencillos antes aglomeraciones y colas. Por este motivo, este método está teniendo buena recepción entre sus viajeros. Muchos declaraban en las encuestas que a partir de ahora será su sistema preferido ante la evidente comodidad de pagar con un simple gesto, sin esperas, y sin tener que llevar ningún otro accesorio en el momento del viaje.

Moscú es la primera ciudad del mundo en la que este sistema funciona a gran escala. Y es que ya ha instalado en sus 241 estaciones de metro. Aún no sustituye a los medios de pago convencionales, pero se estima que en dos o tres años entre el 10 y el 15% de los pasajeros utilizarán este sistema.

¿Cómo funciona?

El sistema de reconocimiento facial es un sistema de biometría que no se distingue demasiado del uso de los ya conocidos, como por ejemplo el reconocimiento de huellas digitales, que cada vez es más cotidiano en los teléfonos móviles. Tan solo subiendo una fotografía desde un medio ya autenticado como puede ser un smartphone con bloqueo inteligente, un ordenador con certificado instalado o un puesto donde una persona confirme nuestra identidad.

Una vez que el sistema tiene nuestra imagen lo asociaremos a una cuenta o tarjeta bancaria. A partir de ese momento podremos pagar solo con el gesto de mirar a una cámara en los lugares donde el sistema esté disponible.

Todavía hay algunas limitaciones, ya que el sistema no es capaz de reconocernos con gafas, mascarilla o si cambiamos demasiado nuestro maquillaje o peinado, pero la tecnología de reconocimiento facial avanza a un ritmo frenético, impulsada por la necesidad de medios tecnológicos para pagos e interacciones a distancia provocada por la pandemia. Se espera que en el futuro este sistema sea capaz de reconocernos fácilmente, aunque nuestra apariencia cambie, además, las cámaras serán invisibles para nosotros y capaces de reconocernos sin tener que mirarlas directamente.

Otras aplicaciones del reconocimiento facial

El principal uso, antes de abrirse a otras posibilidades, procede de la seguridad. En algunos países se ha usado el sistema para reconocer a personas buscadas o con antecedentes penales. Así, se puede limitar su acceso por precaución o prohibición a algún lugar, como por ejemplo aeropuertos, obteniendo buenos resultados. En Moscú se utilizó durante la pandemia para detectar e identificar a quienes se saltaron el confinamiento.

Rusia y China también han implementado el sistema en algunos supermercados con buen funcionamiento y acogida. Algunas empresas punteras lo están utilizando para controlar el acceso y turnos de sus trabajadores. Y en definitiva cualquier control de acceso o pago puede beneficiarse de la comodidad de este sistema. 

El restaurante Cali Burguer, de Estados Unidos, ha sido uno de los pioneros en utilizarlo y declara que se ha traducido en un incremento de ventas para su cadena.

Debido a la disponibilidad de cámaras y el pequeño tamaño que ocupan en nuestros dispositivos electrónicos, la mayoría de plataformas y redes sociales lo contemplan ya como un medio de identificación para sus servicios. Podríamos, por ejemplo, entrar en cualquier web con contraseña sustituyendo esta por un vistazo de la cámara a nuestro rostro.

Reconocimiento facial en redes sociales

El mismo sistema de inteligencia artificial que es capaz de reconocer nuestro rostro a través de la cámara también es capaz de hacerlo en fotografías por lo que ya hay ideas para su uso on-line. Sería, por ejemplo, posible aceptar que una red social nos avise o etiquete cada vez que descubre nuestro rostro en el sistema. Podríamos subir una foto de nuestro grupo de amigos y automáticamente el sistema reconocería sus identidades en la red.

El futuro de la biometría facial se antoja muy similar a tecnologías vistas en el cine de ciencia ficción. Dentro de muy poco, combinando este sistema con los chips y etiquetas inteligentes podremos entrar en una tienda y realizar la compra sin realizar ninguna acción para el pago, simplemente nos llevaremos lo que queramos. Al salir, un escáner detectará nuestra compra y una cámara nuestro rostro, llevando a cabo el proceso sin que nos demos cuenta.