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Las motocicletas eléctricas de competición ya están aquí
El motociclismo tiene un nuevo reto: la motocicleta eléctrica. En la primavera de 2017, MotoGP anunciaba que en el año que viene incluirá dicha categoría en la competición, lo que demuestra el interés por competiciones sostenibles también en el mundo del motor, donde hasta ahora habían triunfado los contaminantes combustibles fósiles. La energía solar tendrá gran protagonismo, ya que las motocicletas serán recargadas con paneles solares.
Por el momento, sabemos que MotoGP iniciará una competición paralela en categoría eléctrica que se disputarían tan solo a cinco carreras con dieciocho motos eléctricas. Se comenzará a poner en marcha en 2019 y se han ofrecido cuatro fabricantes para el desarrollo de motos capaces de alcanzar hasta los 200 km/h. ¿La duración de las carreras? Se limita a diez vueltas.
ICAI Speed Clud es un grupo de estudiantes de la Universidad Pontifica Comillas que se ha lanzado a la creación de una motocicleta eléctrica de competición
Y es que los jóvenes cada vez están más concienciados de los problemas medioambientales causados por los combustibles fósiles, de ahí que muchos busquen innovar para seguir disfrutando de los deportes de motor sin contaminar. Es el caso de un grupo de más de veinte estudiantes de la Universidad Pontificia Comillas que, bajo el nombre de ICAI Speed Club, se ha lanzado con pasión al proyecto de crear una motocicleta que se mueve con energía limpia. “Las motos eléctricas están implementando enormes avances en innovación”, comentan.
Desde febrero del año pasado hasta este mes de octubre, los jóvenes de ICAI Speed Club han ido haciendo pruebas, diseñando el proyecto e incluso la manera de industrializar el producto. Innovación, pruebas de batería… En definitiva, se han dedicado a la creación de una moto eléctrica que ha superado diversas dificultades. “Lo más complicado, y lo que mayor mérito tiene ha sido conseguir que un equipo de veinte estudiantes que, a menudo compaginaban con el proyecto las clases y los exámenes que implica una ingeniería, saquen las horas que necesitaban para llevar a buen puerto un proyecto de tales dimensiones”, comenta la organización de Speed Club.
CÓMO SE CREA UNA MOTOCICLETA ELÉCTRICA
El equipo se ha dividido entre electrónica, aerodinámica, marketing y gestión, entre otros. Y así, los departamentos han visto cómo se vislumbraba su sueño en diferentes fases. La primera, desde febrero a junio de 2017, estaba dedicada a la formación. Un periodo “de escucha y matices técnicos”. Más tarde, de septiembre del año anterior a marzo de 2018, se empezó el diseño para, posteriormente, pasar a la fase de fabricación, que discurrió hasta el mes de julio. Finalmente, se dedicaron al montaje y a las pruebas.
“Hay piezas que son muy difíciles de encontrar, porque son materiales que aún no están muy extendidos”
En total han sido más de mil horas de trabajo en conjunto en el proyecto ISC MotoStudent Electric, con la dificultad que tiene motivar a un equipo “sin ningún tipo de recompensa tangible más que la de satisfacer su vocación”. Lo más complejo ha sido el diseño de las baterías, pues debían garantizar seguridad. “Es un diseño 100% propio”, atestiguan. Todo el control del sistema eléctrico de la moto es completamente nuevo, lo han creado ellos.
Tanto es así que, como en todos los proyectos -más cuando se trata del primero-, se producen fallos de diseño y de fabricación. Esto les ha causado frustración por momentos e incluso les ha supuesto días de retraso. “Hay piezas que son muy difíciles de encontrar, porque son materiales que aún no están muy extendidos”.
PARTICULARIDADES DE LA MOTOCICLETA ELÉCTRICA
Pero, con esfuerzo, todo es posible. Aunque aún no se ha probado a la máxima potencia – lo sabremos después de la carrera de prueba con Adriana Pinto como motorista.
La motocicleta que Speed Club ha diseñado puede llegar a alcanzar los 190 km/h. Las motos de competición están expuestas a la máxima exigencia durante un periodo de tiempo muy corto, para lo que necesitan baterías lo suficientemente potentes para soportar la velocidad y el peso de la moto. La autonomía de esta moto está preparada para superar dicha carga de trabajo. Para cargarla, se extrae la caja entera de baterías –unas 27 celdas de 3,3 voltios cada una- alcanzando picos de intensidades de hasta 200 amperios.
La motocicleta, 100% libre de emisiones, cuenta además con ventajas para el ahorro en mantenimiento, al ser innecesario el filtro de escape, aceite ni otros elementos propensos a provocar averías. “Además, en las competiciones del año pasado, las motos eléctricas iban a mayor velocidad”, afirma la escudería.
El proyecto ha sido guiado por Iberdrola, que ha realizado el mentoring y asesoramiento durante toda la fabricación de materiales, visibilidad como la asistencia al evento del Innoday – el evento de innovación más importante de la compañía – y la posibilidad de completar su formación en los próximos proyectos. Un sueño, una idea, por el medio ambiente.
